lunes, 24 de enero de 2011
LAS FUERZAS DEL CORAZÓN, EL AMOR Y EL MIEDO, PARTE 1
El amor es algo maravilloso. Lo hemos escuchado muchas veces y en el fondo de nuestro ser, sabemos que es cierto, pero ¿Por qué entonces nos va tan mal con el amor?, ¿Por qué sufrimos y nos duele tanto?
La respuesta es que tenemos un concepto equivocado de lo que es el amor, de lo que significa, de cómo funciona, de cómo se siente, como se vive.
Para hacerlo un poco menos complicado – eso espero – empecemos por explicar lo que no es el amor. El siguiente texto tomado de internet es bastante interesante (entre paréntesis mis comentarios):
Si necesitas a alguien para ser feliz … eso no es amor. ES CARENCIA
(Recuerda que la felicidad solo depende de tu actitud ante la vida, no de estar o no estar con una persona determinada, ni de tener o no tener cosas, éxito o dinero)
Si tienes celos, inseguridad y haces cualquier cosa por mantener a alguien a tu lado, aún sabiendo que no eres amado… eso no es amor. ES FALTA DE AMOR PROPIO.
(Recuerda que el amor empieza por amarte a ti mismo. Cuando te amas a ti mismo, eres capaz de soltar sin ningún miedo a quien no te ama, para darte el tiempo y el espacio para encontrar a la persona que quiere estar contigo y compartir ese amor que cada uno tiene en su corazón. Es estar juntos, porque los dos queremos estar juntos)
Si crees que tu vida queda vacía sin esa persona… no consigues imaginarte solo… y mantienes una relación que se acabó… eso no es amor. ES DEPENDENCIA.
(Si te amas a ti mismo, te aceptas tal y como eres ahora, no hay lugar para el miedo y sin miedo, eres capaz de estar solo sin sentirte solo, eres capaz de estar en paz contigo mismo y no necesitas depender de nadie.)
Si piensas que el ser amado te pertenece te sientes dueño y señor de su vida y de su cuerpo… eso no es amor. ES EGOISMO.
(Una relación sana se basa en el respeto y en el amor que hay entre las dos personas. Tener una relación – tengas o no papeles – no significa tener un derecho de propiedad, porque estamos tratando con personas – que piensan, sienten y quieren en forma individual – no con cosas. Podemos ser dueños de las cosas, pero no de las personas. El amor es una cuestión de querer, de ambas personas quieran estar en la relación.)
Si no lo deseas… no te realizas como hombre o mujer con esta persona, prefieres no tener relaciones íntimas con ella, sin embargo sientes agrado al estar a su lado … eso no es amor. ES AMISTAD.
(El amor y el sexo son cosas distintas, podemos ejercer nuestra sexualidad con la persona que amamos, pero también lo podemos hacer sin que exista amor de por medio. Podemos tener sexo por distintas razones: por atracción física, por necesidad, por obligación y hasta por deporte, y no necesariamente tiene que haber amor.)
Si discuten por cualquier motivo, les falta acuerdo en diversas situaciones, no les gusta hacer las mismas cosas… pero hay un deseo de estar íntimamente juntos…. eso no es amor. ES DESEO.
(Si una relación solo funciona en los momentos de intimidad, pero el resto del tiempo es un desastre, habría que reconsiderar si realmente queremos estar en este tipo de relación, si lo que estamos viviendo es realmente lo que queremos en nuestra vida, lo que necesitamos para crecer como personas y mejorar como seres humanos.)
Si tu corazón late más fuerte, el sudor se pone intenso, tu temperatura sube y baja, sólo en pensar en la otra persona … eso no es amor. ES PASION.
(Claro que podemos sentir pasión por la persona que amamos, pero cuando la relación solo se basa en la atracción física, es importante entender que solo va a durar mientras esa pasión exista. Conforme la pasión disminuya, la relación también irá perdiendo fuerza. Podemos disfrutar de la pasión, pero si realmente queremos que la relación dure más allá, necesitamos ir construyendo la relación que queremos, conocer a la otra persona, sus gustos, sus proyectos de vida, sus expectativas.)
Ahora es más sencillo entender que el amor es parte de ti, empieza por amarte a ti mismo. El amor es una de las fuerzas más poderosas que conocemos, es una forma de energía que generan las personas y seguramente lo hacen todos los seres vivos.
El amor es parte de lo que somos realmente, se manifiesta a través de nuestras emociones, pero está más allá de nuestras emociones. Lo percibimos a través de nuestro cuerpo emocional y lo experimentamos a través de nuestra mente y nuestro cuerpo físico. Pero es mucho más que sensaciones y emociones, en sí mismo, el amor es parte de nuestra energía vital, es decir, de nosotros mismo.
Es un tipo de energía diferente a la que estudia la física. Es un tipo de energía que en lugar de mover cosas, mueve personas, mejor dicho, mueve las emociones de las personas y las emociones hacen que las personas se muevan.
Manifestamos el amor a través de nuestros actos, de nuestros pensamientos y de nuestras palabras. Por eso es tan importante cambiar nuestro concepto del amor, para que exista esa congruencia tan necesaria entre lo que creemos, lo que pensamos, lo que decimos y finalmente, lo que sentimos cuando hablamos de amor.
Un ejemplo sencillo y fácil de entender. La forma en que amas a un niño pequeño – tu hijo, tu sobrino – es una muestra de amor. No tiene condiciones, no importa lo que hace o no, no importa su físico, solo lo amas por lo que es. En realidad, el amor es uno solo, lo que es diferente es el tipo de relación que tenemos con las personas que amamos.
Si logramos construir relaciones de pareja sanas, que tengan como base el respeto a la otra persona – a su trabajo, a su individualidad, a su forma de pensar, a su forma de ser – lograremos relaciones sólidas y de largo plazo, donde el compromiso nace de las personas y no de los papeles. La vida es todos los días, el amor también.
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