(Nota: la primera parte de este post la puedes encontrar más abajo. -Saludos)
La propuesta de hoy es cambiar la forma en que elegimos pareja, cambiar el concepto y hacer las cosas de diferente manera.
Lo primero, es tener claro con qué tipo de persona quieres compartir tu amor y tu vida, que es lo que realmente quieres de esa persona, su carácter, sus hábitos, costumbres, ideología, forma de pensar, aspecto físico, nivel de preparación, nivel cultural, intereses en general. Recuerda que es la persona con la que esperas compartir muchos años de , tu vida, formar una pareja, tener una familia.
Elabora una lista con todas esas cualidades y características específicas que estas buscando. Una vez que sabes realmente lo que quieres, entonces te será muy sencillo encontrarlo.
Esto implica no idealizar y pensar en términos objetivos y realistas. Pensar en actitudes y aptitudes, en la convivencia, en la cooperación y en el largo plazo. Aunque esto es bastante difícil porque no lo hemos hecho antes, es más, nos han hecho creer que pensar así es de personas malas, frías y sin corazón, pero no es así. Simplemente es definir qué es lo que realmente queremos, para saber qué es lo que vamos a buscar.
Por ejemplo, si quisieras una mascota para cuidar la casa, no vas a comprar un gato, o una pareja de periquitos australianos, compras un perro. Aún mas, compras un perro grande, porque ¿Cómo esperas que un perro faldero proteja tu casa?
Otro ejemplo: si quieres un caballo de carreras, no vas a comprar un burrito o un ratón blanco. Compras un caballo de carreras, con sus cualidades y defectos, con sus beneficios y responsabilidades.
Por eso es tan importante decidir con quién quieres compartir esa parte de tu vida. Date cuenta de que si eliges un águila, no puedes esperar a que después se pase los días en el gallinero. Debemos elegir a las personas por lo que son en lugar de estar luchando para que sean como nosotros queremos.
Una vez que tengo claro que es lo que quiero, entonces ya sé que estoy buscando. No cualquier persona que se cruce en mi camino, aunque su apariencia sea atractiva, va a tener las características que estoy buscando. Cuando encuentre a una persona con las características que quiero, puedo decidir si me gusta o no. Por eso es muy importante tener la lista de lo que queremos, para poder comparar y anotar taches y palomitas.
Por supuesto que puede haber más de una persona que me guste. Los siguiente es saber si esa persona que a mí me interesa, se interesa en mi. La forma más sencilla y directa, ¡es preguntar! Si tenemos en común ese interés, ya tenemos mucho en común.
Una vez que sabemos lo que queremos, que lo encontramos, que tenemos ese interés mutuo, lo que sigue es conocer a la persona y decidir si queremos poner nuestros sentimientos en ella y compartir nuestro amor con ella. Entonces, decidimos enamorarnos y hacer crecer la relación.
Con este simple cambio, nos evitamos malos entendidos, sufrimiento innecesario, relaciones tormentosas o equivocadas, errores casi fatales y mucho tiempo perdido.
• Decidir qué es lo que realmente quieres en la persona con la que compartirás tu vida.
• Estar consciente de lo que estas buscando.
• Encontrar lo que estas buscando y decidir si esa persona te interesa.
• Saber si esa persona tiene interés en ti. La forma más sencilla y directa, ¡es preguntar!
• Si hay interés en común, darte la oportunidad de conocer a esta persona.
• Decidir si realmente quieres poner tus sentimientos en esa persona, y entonces sí, ¡enamórate hasta las chanclas!
Enamorarse es una decisión personal. No depende de la casualidad, ni de las circunstancias, ni de nada externo. Es una decisión. Esto quiere decir que somos responsables de nuestros sentimientos, que podemos decidir si los ponemos en una persona (nos enamoramos) o si los retiramos de esa persona (nos desenamoramos). Los sentimientos son nuestros y nosotros decidimos.
Desenamorarse es difícil, puede ser doloroso y requiere de tiempo. Pero depende de nosotros mismos. Al final todo termina por pasar.
Yo creo que si cambiamos la forma en que establecemos relaciones de pareja, cambiando el orden en que hacemos las cosas, nos hacemos responsables de nuestras decisiones y de nuestros sentimientos, haremos mejores elecciones y nuestra experiencia sobre el amor va a ser muy diferente.
Entonces puedes asumir la responsabilidad de tu elección, con la certeza de que estás en lo correcto. De esta forma, los dos asumimos nuestro compromiso con la relación, de forma totalmente consciente y responsable.
Entonces, si, ¡te enamoras hasta las chanclas!, pones tus sentimientos en esa persona porque has decidido compartir tu amor con ella. Cuando existe este compromiso, es muy sencillo compartir todas las demás cosas de la vida, las responsabilidades, las tareas, las actividades, las risas y hasta las lagrimas.
Lo mejor de todo es que siempre podemos elegir. ¿Cómo quieres hacer tu elección?
1 comentario:
Hola soy Luz... la chica del periodico Imagen de Veracruz, hace unos dias le mande a su correo todos los archivos pendientes pero no he recibido respuesta.
Espero que sí los haya recibido, le mando saludos
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