lunes, 13 de abril de 2009

Si te digo te amo.


Si te digo "te amo", significa que estoy compartiendo mi amor contigo, ese amor que empieza en mi interior, que me llena tanto que no tengo la necesidad de recibir amor, pero si de saberme amado (saber que tu compartas tu amor conmigo).

Si tienes un helado y me lo das, entonces te quedas sin nada y esperas que yo te de un helado igual al tuyo o mucho mejor, para sentirte bien. Si yo te doy un helado pero no te parece justo, te sientes mal. Si no te doy el helado que tú esperas, sufres y en tu alma queda el escosor de que te falta algo. Ese sentimiento se va repitiendo, se va acumulando y finalmente se convierte en resentimiento.

Piensa que en lugar del helado estamos hablando de amor y entonces tienes lo que hemos creído durante muchos tiempo que es el acto de amar, un dar y recibir amor que nunca nos parece justo. ¿Recuerdas los intercambios de regalos que se organizan en navidad, donde algunos se lucen y otros apenas y cumplen lo mínimo?

En cambio si tú tienes tu helado y lo quieres compartir conmigo, ni te quedas con las manos vacías ni esperas que forzosamente yo te comparta de mi helado. Lo compartes sin condiciones. El complemento perfecto es cuando yo comparto mi helado contigo. Si hay diferencias en los helados, no es tan importante, se puede arreglar.

En una sana relación de pareja, se trata de compartir, de querer compartir eso que tenemos en el corazón y que empieza por amarnos y aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos. Entonces tu me compartes todos los días un poco de tu helado y yo te comparto todos los días un poco del mío, sin condiciones y sin falsas expectativas.

¿Por qué no se acaba el helado?, por que tu corazón es una cocina mágica (como dice el Dr. Miguel Ruiz en su libro "La maestría del amor"), que es capaz de producir todo el helado que necesitas, toda la cantidad y tipos de comida que tu quieras para ti y que quieras compartir con las personas que quieres.

Pero si no te amas a ti misma, entonces no hay amor en tu corazón, solo una gran lista de necesidades, un vacío inmenso que difícilmente alguien podrá llenar siempre. De ahí viene esa necesidad de estar recibiendo amor, aunque nos cueste la libertad, la individualidad, la dignidad, el respeto a nosotros mismos; aunque recibamos amor solo en palabras, o vivamos del rancio recuerdo del amor que nos juramos de novios o al inicio de la relación de pareja.

Puedes decir que quieres ser amada, que te hace falta encontrar alguien que te de amor o que al menos te diga que te ama – aunque los hechos y los actos lo desmientan descaradamente -, que te sientes sola, incompleta, que no puedes ser feliz sin ese príncipe azul o que sin el no eres nada, pero eso no es amor, es solo el reflejo de un concepto equivocado, de la idea de que tienes que dar amor para recibir amor.

Para poder compartir el amor con alguien, primero necesitas tener ese amor en tu corazón, darte cuenta de que está ahí, descubrirlo y valorarlo como el inmenso tesoro que es, ese amor es solamente tuyo y tu decides lo que haces con el.

Cuando te amas a ti misma y te aceptas tal como eres, el amor empieza a crecer en tu interior, hasta que te llenas de amor y sigue creciendo hasta que se convierte en un amor inmenso (sin medida).

En todo lo caso, lo que va creciendo o se va perdiendo con el paso del tiempo, es la relación. El amor verdadero no dura tres meses, lo que dura tres meses es la ilusión del enamoramiento, que al desvanecerse te quita la venda de los ojos y empiezas a ver la realidad que te negabas a ver con el pretexto de que estabas enamorada.

Recuerda, el amor siempre es verdadero. No se puede medir en kilos, en metros, en metros cuadrados, en litros, en kilómetros, ni siquiera en años luz. Simplemente no se puede medir, tu corazón es una fuente inagotable de amor.

El amor se comparte en las acciones de todos los días, en las emociones que compartimos, en las actitudes, en las atenciones, en los detalles.

¿En que momento dejamos de notar esas pequeñas cosas que hace nuestra pareja por nosotros, para nosotros? ¿En que momento dejamos de valorarlos? ¿Por qué no nos damos permiso de verlos, de reconocerlos, de tenerlos presentes cada día?

De igual forma, nosotros hacemos cosas, grandes, medianas o pequeñas; tenemos detalles, atenciones. ¿En que momento dejo nuestra pareja de darse cuenta de ellos?

Pero si ya no lo hacemos, ¿En que momento dejamos de tener cuidados, consideración, respeto, admiración por la otra persona?

¿Será que nos perdemos en la relación física porque no entendemos el amor? ¿Nos perdemos y creemos que son solo las sensaciones, la dependencia, el sentido de propiedad, el creer que tenemos derechos y poder sobre la otra persona y que con eso basta? ¿Por qué empezamos a creer que ya no es necesario hacer nada? ¿Por qué ya está aquí? ¿Por qué sentimos que tiene también la misma dependencia, la misma necesidad, que es también una media persona que no puede funcionar sin mí? ¿Por las promesas? ¿Por los juramentos de amor eterno? ¿por los siempre y los nunca que se dicen sin conciencia real de lo que estas ofreciendo, sin saber si lo vas a poder cumplir?

En todo caso, también guardamos el miedo a perder a esa persona y viene el tirano de los celos, de la inseguridad, de la desconfianza.

Empieza el chantaje, el control, el espionaje, la incertidumbre. Eso no es amor.

Si tenemos tantas confusiones sobre el amor, ¿No será que tenemos los conceptos equivocados? ¿Qué aún no sabemos lo que es el amor? ¿Qué solamente queremos creer en los “te amo” y los “te quiero” del otro, pero no sentimos más que la necesidad de sabernos amados por otro, de sabernos necesitados por otros?

Yo creo que si cambiamos el concepto, cambiamos nuestra forma de pensar y por consecuencia, cambiamos nuestra forma de vivir.Empecemos por amarnos a nosotros mismos, por hacer que ese amor que siempre ha estado en nuestro corazón, germine, crezca, se vuelva inmenso – sin medida-. Tendremos tanto amor, que lo podemos compartir con la persona que nosotros queramos.


1 comentario:

panchO xD dijo...

bastante bueno el tema, si es original, te esmeraste mucho, una felicitacion :)