martes, 11 de septiembre de 2007

Primero yo, luego yo y luego… o ¿Por qué amarse a si mismo, no tiene que ver nada con ser egoísta?





La definición de Egoísmo que tiene Wikipedia es:



“Conducta consistente en poner habitualmente los intereses propios en primer lugar.”

Sin embargo, yo creo que hay una gran diferencia entre ser egoísta y aprender a amarse uno mismo. Intentemos aclarar el concepto.

Una persona que se ama a si misma, sabe que para aportar a otros en cualquier ámbito, tiene que estar bien y sentirse bien ella misma. Por lo tanto, se esmera en cuidarse y no tiene necesidad de sacrificarse por el beneficio de otras personas. Participa y aporta su trabajo, conocimientos y habilidades en beneficio de todos.

Una persona que es egoísta, no sabe amarse a si misma y por lo tanto, trata de llenar ese vacío a través de auto-compensaciones, incluso a costa de los demás. Difícilmente participa y definitivamente se resiste a aportar.

El que se ama a si mismo, es feliz y esta satisfecho con su vida. Trabaja y se esfuerza para ser mejor, estar mejor y sentirse mejor. Tiene intacta la capacidad de disfrutar de la vida.

El que es egoísta, trata de acaparar, trata de tener, trata de llenar su miedo y su angustia de no ser amado, con todo lo que puede acumular. Y sin embargo, no es feliz, nunca está satisfecho y siempre quiere tener mas, aún aquello que no le sirve para nada.

Finalmente, nuestra principal tarea en este mundo es ser feliz el mayor tiempo posible, y para lograr esto, es fundamental aprender a amarnos a nosotros mismos tal y como somos, aceptarnos tal y como somos y sobre todo, ¡dejar de criticarnos a nosotros mismos!

Encontré este artículo sobre el Egoísmo como una enfermedad. Espero que lo encuentren tan ilustrativo como yo lo encontré.

La enfermedad del egoísmo

El egoísmo suele verse más como un fenómeno del lado de los antivalores que del trastorno.

Decimos que el egoísta es indoloro, mezquino o miserable, pero nunca lo vemos como una posible patología. Desde mi punto de vista, hay que considerarlo como una enfermedad del yo acaparador.

Además de un acto de mala educación, es un atentado a los derechos humanos, una violación del principio de la reciprocidad, una conducta depredadora, o si quiere, un patrón antisocial.

A veces la avidez es tan arraigada, es tan visceral, tan destructiva, que para modificarla se requiere la intervención psicológica o psiquiátrica. No disculpo a los egoístas, sino afirmo que están aquejados de una enfermedad perversa.

En un conocido diccionario, Egoísmo se define como; "Inmoderado y excesivo amor que uno tiene por si mismo y que le hace tender desmedidamente a su propio interés", sufre de egocentrismo: "Soy el centro del universo".

El egocéntrico, inevitablemente, desconoce a todo interlocutor y destruye toda posibilidad de relación: "Sólo yo existo".

El inmoderado y excesivo amor por si mismo hace referencia de la egolatría, lo que se conoce como mecanismo o culto al ego. El Ególatra desconoce la empatía.
No posee la capacidad de amar porque el amor propio le demanda todo su potencial afectivo.
¿Qué es ser egoísta?: Es renunciar a la condición humana, a lo coafectivo, es desconocer que somos prolongaciones de los demás.

La carencia de amor, la ausencia de empatía y la indiferencia acaparadora son formas de agresión encubierta, violencia enfermiza que merece, además de repudio, ayuda profesional.


No hay comentarios: