"He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 juegos.
26 veces, me han confiado el último tiro para ganar el juego y lo he fallado.
He fallado una y otra vez en mi vida. Y es por eso que tengo éxito."
¿A quien le gustaría tener a este jugador en su equipo?
Le damos demasiado valor a los errores que cometemos y confundimos un fracaso, un error o una falla, con nuestro valor como personas.
Cuando nos vemos en estas situaciones, lo principal es reconocer cual es nuestra responsabilidad, que fue lo que hicimos mal y aprender de ello.
Esto pasa a lo largo de nuestra vida y es una de las formas en que aprendemos, crecemos como personas y mejoramos nuestra forma de hacer las cosas.
Hagamos un cambio: en lugar de criticar, regañar o hacer burla de un error, expliquemos lo que se está haciendo mal, y en su caso, la forma correcta de hacerlo. Seguramente muchos te lo van a agradecer. Si lo aplicamos a nosotros mismos, imagínate el cambio en tus emociones y tu autovaloración, si podemos entender el valor del aprendizaje que viene con cada falla: aprendemos que no es la forma correcta para alcanza el objetivo.
El jugador del párrafo inicial es: ¡Michael Jordan!
¡ y todos lo querían tener en su equipo!
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