La gran mayoría de la gente busca la felicidad
en el exterior: en una persona ideal, en una casa nueva casa nueva, un coche nuevo, en tener mucho dinero (para comprar felicidad, claro).
Otras creen que se debe sujetar a que ocurran determinados eventos:
· Que sea el día de tu cumpleaños, en que muchos te felicitan, te desean felicidad, te dan un abrazo, un apretón de manos y algunos más hasta regalos; entonces te das permiso de ser feliz.
· Que te gradúes, cuando te gradúes y seas profesionista entonces serás feliz porque lograste la meta, el triunfo.
· que te cases, cuando te cases y formes una familia seguro que vas a ser feliz, con la persona que elegiste para vivir juntos tanta felicidad
· Que tengas un hijo, cuando tengas un hijo y por ende seas padre o madre; entonces serás feliz, con los juegos y risas del nuevo niño o niña (las desveladas, llantos, berrinches, travesuras y demás, será otra cosa)
· Que hagas un viaje, serás feliz porque conocerás otros lugares, otras personas, otras formas de pensar.
· Que gane tu equipo de futbal o que la selección nacional por fin sea un equipo ganador, campeón del mundo ¡pura felicidad!
En fin.
El problema es que nos condicionamos a sentirnos felices solo si las circunstancias se presentan de la forma ideal que nosotros deseamos. Cuando eso pasa, entonces
nos damos permiso de ser felices. Pero la felicidad dura solo un poco de tiempo y después queremos que suceda otra cosa para volver a sentirnos felices.
Total, la vida se convierte en una
incesante persecución de posesiones, eventos, personas y acontecimientos, para poder ser felices a cuenta gotas. Solo por breves espacios de tiempo.
¿Cuál es el problema?
El concepto.
Si podemos cambiar nuestro concepto de la felicidad (y sí podemos hacerlo), nos damos cuenta de que las cosas cambian, o nuestra percepción de la realidad cambia, nuestra actitud cambia y entonces la definición de felicidad cambia.
“La felicidad es tu actitud ante la vida”.
La felicidad no esta en el exterior ni depende de ninguna persona o acontecimiento. Que seas o no feliz depende únicamente de tu actitud ante la vida, está en ti, en tu interior.
¿Que necesitas para ser feliz?
Para empezar, empieza por quererte a ti mismo, por aceptarte tal y como eres. Después de todo, en este momento eres la mejor persona que puedes ser. Sin ti no puedes vivir (recordando a Paco Stanley). Para ti, tú eres la persona más importante del mundo, la mejor persona del mundo. Eso si, sin ti no puedes ser feliz.
El empaque que te toco es lo de menos. Bueno, regular o malo (según contra que lo compares), eso eres. Si puedes mejorar algo, ¡adelante! Baja de peso, cambia tu look, cómprate otra ropa, llégale a la cirugía plástica. Lo que tú quieras y puedas. Al fin de cuentas es tu decisión.
Si te das cuenta, despertar cada mañana y saber que sigues en este hermoso mundo, es suficiente para ser feliz. Esto sin contar que tu cuerpo es una maquina perfecta y maravillosa, que tiene una serie de capacidades increíbles y solamente necesita que lo cuides y lo mantengas en buenas condiciones. Que tu cerebro, tu mente, tus facultades mentales, están en su plenitud y eres dueño de tus propias decisiones. (De no ser así no estarías leyendo esto)
Tienes excelentes capacidades que te permiten desempeñar un sinfín de actividades: trabajar, estudiar, aprender, conocer personas, comunicarte, ser parte de muchas cosas valiosas. Tienes familia, amigos, compañeros de escuela, de trabajo.
No solo eres capaz de sobrevivir un día más, sino de vivir plenamente cada día, con tu mente en el presente, con la mágica capacidad de todos tus sentidos para disfrutar de todo lo que el mundo y la vida ponen a tu alcance.
La felicidad no depende de tu edad, ni de tu posición social o en el trabajo. Depende solo de tu actitud. Tienes la capacidad de ser feliz, solo falta que la ejerzas.
No quier decir que seas inmune al dolor, a los problemas o que ignores las circunstancias desfavorables que te toca vivir. Quiere decir que vives la vida con otra actitud.
Te acuerdas como es cuanto estás enamorado / enamorada. Las cosas se ven diferentes, todo parece más bonito, las plantas son más verdes, la luna brilla, todo está perfecto. Sin embargo, el mundo es el mismo. ¿Qué cambió? ¡Tu actitud ante la vida!
Entonces, ¿que necesitas para ser feliz?