El objetivo de escribir es en primera instancia compartir.
Compartes una historia, compartes una idea diferente, compartes otro punto de vista, compartes una reflexión, o esos tesoros que vas encontrando al leer o escuchar a otras personas.
Pero siempre es algo que te sirvió a ti, que te ayudo a estar mejor y a vivir mejor.
En la película “Cadena de favores”, un niño hace una propuesta para mejorar el mundo: Si una persona le hace un favor a otra, esta deberá pagarle a las siguientes tres personas que encuentre y que necesiten ayuda. Esto inicia una cadena de favores que se va multiplicando, conforme las personas van cumpliendo con pagar el favor no a quien se los hizo, sino a las siguientes tres personas que lo necesiten.
La idea que me quedó después de ver la película, fue: “si se puede”, podemos mejorar el mundo en el que vivimos, podemos vivir mejor.
En ese sentido, cada acción individual que podemos realizar cada uno de nosotros para ayudar a cambiar a otras personas, es el inicio de un círculo virtuoso, que le ayudará a generar más cambios en su vidas, simplemente con pensar diferente, con cambiar conceptos e ideas, empezamos a actuar diferente, a vivir diferente.
Si cada uno de nosotros movemos un granito de arena, a una piedra pequeña, entre todos podemos mover montañas.
Imagínate que aprendes a amarte a ti mismo y te aceptas tal y como eres.
Imagínate que no necesitas nada para ser feliz, solo estar vivo.
Imagínate que el amor esta en tu interior y empieza por amarte a ti mismo.
Imagínate que aprendemos a educar a los niños con amor, respeto, sin represión o violencia.
Ahora, imagínate que cada una de esas cosas, son el principio de un círculo virtuoso. Que aprendemos a crear círculos virtuosos a lo largo de nuestra vida.
Ahora, solo tienes que darte cuenta de que la persona que puede iniciar los cambios en tu vida, eres tú mismo. Todo lo que tienes que hacer, es trabajar para cambiarte a ti mismo.
¡Bienvenido, bienvenida!
Esto es solo el principio. ¿Hasta dónde podemos llegar hoy?
