"El saldo de tu chequera no mide tu abundancia. La abundancia es lo que circula en tu vida."
(Frase del libro: ¡Sea feliz ya!, de Andrew Matthews)
La abundancia no solo tiene que ver con tu situación actual, tiene que ver con los conceptos e ideas que aprendiste a lo largo de tu vida.
Si no puedes ver la abundancia como algo natural, como algo que mereces, si no la aceptas y la disfrutas, entonces encuentras la manera de acabar con ella y volver a esa situación en que la carencia y la necesidad están siempre presentes.
En los dos casos, hacemos que nuestras creencias determinen nuestra forma de vida.
De esta forma, cuando por alguna circunstancia nos encontramos con abundancia de algo, incurrimos en el despilfarro, malgastamos y desperdiciamos las cosas, hasta que llegamos nuevamente a la situación de carencia y regresa el miedo a no tener. De esta forma reafirmamos nuestras ideas de carencia y necesidad permanente.
No importa si es dinero; encontramos la forma de desacernos de el, compramos cosas inútiles, superfluas o efimeras. Si no aprendemos a creer que lo merecemos y que somos dignos de tenerlo y de disfrutarlo, no vamos a aprender a mantenerlo y hacerlo crecer.
El dinero es solo un medio para obtener lo que necesitamos y lo que deseamos. La abundancia no solo se mide en pesos y centavos, recuerda que hay cosas que el dinero no puede comprar. La abundancia es la manifestación de la prosperidad en tu vida y generalmente es el resultado de tu trabajo y dedicación.
La prosperidad no solo es cuestión de dinero, de cheques, joyas o propiedades; también incluye el trabajo que hacemos para tener prosperidad física – la salud y buena condición de nuestro cuerpo - , el trabajo que hacemos para tener prosperidad espiritual – amarte a ti mismo, tener paz interior, sentirte bien para vivir bien - , el trabajo que hacemos para tener prosperidad intelectual – leer, aprender, conocer, mejorar nuestras aptitudes, desarrollar nuevas habilidades, cambiar nuestra forma de pensar y nuestros conceptos -.
Somos seres integrales, no podemos estar bien solo en el aspecto espiritual, o solo en el aspecto financiero o solo en el aspecto físico o solo en el aspecto intelectual. Estamos bien y crecemos cuando atendemos todos los aspectos de nuestro ser. Solo tenemos una vida, ¿Por qué no disfrutarla mientras la tenemos?
(Frase del libro: ¡Sea feliz ya!, de Andrew Matthews)
La abundancia no solo tiene que ver con tu situación actual, tiene que ver con los conceptos e ideas que aprendiste a lo largo de tu vida.
Si no puedes ver la abundancia como algo natural, como algo que mereces, si no la aceptas y la disfrutas, entonces encuentras la manera de acabar con ella y volver a esa situación en que la carencia y la necesidad están siempre presentes.
En los dos casos, hacemos que nuestras creencias determinen nuestra forma de vida.
De esta forma, cuando por alguna circunstancia nos encontramos con abundancia de algo, incurrimos en el despilfarro, malgastamos y desperdiciamos las cosas, hasta que llegamos nuevamente a la situación de carencia y regresa el miedo a no tener. De esta forma reafirmamos nuestras ideas de carencia y necesidad permanente.
No importa si es dinero; encontramos la forma de desacernos de el, compramos cosas inútiles, superfluas o efimeras. Si no aprendemos a creer que lo merecemos y que somos dignos de tenerlo y de disfrutarlo, no vamos a aprender a mantenerlo y hacerlo crecer.
El dinero es solo un medio para obtener lo que necesitamos y lo que deseamos. La abundancia no solo se mide en pesos y centavos, recuerda que hay cosas que el dinero no puede comprar. La abundancia es la manifestación de la prosperidad en tu vida y generalmente es el resultado de tu trabajo y dedicación.
La prosperidad no solo es cuestión de dinero, de cheques, joyas o propiedades; también incluye el trabajo que hacemos para tener prosperidad física – la salud y buena condición de nuestro cuerpo - , el trabajo que hacemos para tener prosperidad espiritual – amarte a ti mismo, tener paz interior, sentirte bien para vivir bien - , el trabajo que hacemos para tener prosperidad intelectual – leer, aprender, conocer, mejorar nuestras aptitudes, desarrollar nuevas habilidades, cambiar nuestra forma de pensar y nuestros conceptos -.
Somos seres integrales, no podemos estar bien solo en el aspecto espiritual, o solo en el aspecto financiero o solo en el aspecto físico o solo en el aspecto intelectual. Estamos bien y crecemos cuando atendemos todos los aspectos de nuestro ser. Solo tenemos una vida, ¿Por qué no disfrutarla mientras la tenemos?
La ley de la atracción nos habla de que en el universo existen suficientes recursos para todos, pero tenemos que aprender a aceptar la abundancia y la prosperidad, para que están sean parte de nuestra vida.