viernes, 25 de marzo de 2011

REFLEXIONES SOBRE EL LIBRO "DIOS VUELVE EN UNA HARLEY"


Descubrí este libro gracias al blog de Cece. Se llama “Recomendaciones de Cece” y se encuentra en la siguiente liga: http://recomendacionesdecece.blogspot.com/

El libro es “Dios vuelve en una Harley”, de Joan Brady, está interesante y se puede leer de corrido en 2 o 3 horas. La protagonista se llama Christine, tiene 37 años y es enfermera.
Lo que me gustó de este libro son las lecciones de vida que contiene en explicaciones y frases que te hacen reflexionar y que quiero compartir con ustedes.

Todas las frases extraídas del libro están entre comillas.

“No existen las coincidencias, todo lo que sucede es parte del fluir universal”.

Dicho de otra forma, todo lo que sucede en nuestra vida, sucede por algo. Siempre hay una lección de vida, algo que tenemos que aprender, tanto de las cosas buenas como de las no tan buenas. Si nos damos cuenta de esto, sabemos que podemos elegir como reaccionar frente a las circunstancias que nos tocan en la vida, con qué tipo de energía las vamos a enfrentar.

Tenemos dos opciones, trabajar apoyando lo que queremos o dejar que sean los demás los que decidan. Podemos elegir trabajar para lograr nuestros objetivos, para salir adelante, porque aún las peores circunstancias terminan por pasar. Esto en lugar del abandono y la desidia. Tú eliges, incluso cuando no haces nada, estás eligiendo.

“Todos estamos evolucionando, mejorando, cada vez más cerca de las auténticas verdades”

“No hay nadie perfecto. La perfección es un espejismo, una manera de elevar el objetivo”

Comento las dos frases juntas. Pasamos nuestra vida aprendiendo, mejorando y creemos que tenemos que llegar a ser perfectos. Hay que entender la diferencia entre ser perfecto y hacer las cosas de una manera impecable, bien hechas, de una manera que podríamos llamar perfecta.

Hacer bien las cosas es una forma de poner lo mejor de nosotros en lo que hacemos en nuestra vida diaria. En los cuatro acuerdos dice: da lo mejor de ti.

Las cosas pueden quedar perfectas, las personas no. No somos perfectos, porque siempre estamos cambiando, generalmente para mejorar. Nuestra mente y nuestro cuerpo son herramientas maravillosas, que nos permiten experimentar el mundo, para conocer y entender nuestra experiencia de vida. Pero en realidad no vamos a llegar a ser perfectos en esta vida, porque, ¿Qué sentido tendría la vida si fuéramos perfectos? ¡Ya no tendríamos nada por aprender o por mejorar!

Seguramente la perfección de nuestro ser, corresponde a otra dimensión o etapa de nuestra existencia, más allá de la experiencia de vivir en este planeta. Aquí vinimos a aprender y a ser felices la mayor parte del tiempo.
“Tu mente puede llegar a entender muchas cosas maravillosas. No derroches tu capacidad concentrándote en antiguos resentimientos o pensamientos negativos.”
Siempre podemos elegir, y en este caso, elegir en que usamos nuestra capacidad y nuestra energía. La Ley de la atracción dice que atraemos el mismo tipo de energía que generamos. Si generamos pensamientos negativos, atraemos cosas negativas; si generamos pensamientos positivos, atraemos cosas buenas y positivas a nuestra vida. Solo hay que intentarlo.

“Ten confianza en ti misma. Déjate ir. Hay una vida maravillosa ahí afuera esperando a que la disfrutes. Despréndete de toda esa rabia y permíteme mostrarte el camino”

Muchas de las limitaciones que creemos tener, ¡están en nuestra mente! Si no se trata de un impedimento físico o que sea algo muy especializado, podemos hacer casi todo lo que nos proponemos, lo que determinamos como una meta en nuestra vida. Cuando realmente quieres algo, todo el universo confabula para que lo logres – dice Paulo Coelho en “El alquimista”.
Muchas veces, ¡basta con intentarlo!

Hay una parte en donde Joe – el motociclista de la harley – le explica que está rodeada de muros que ella misma ha construido, estos muros representan lo que usamos para protegernos.

“Los muros que has levantado alrededor de tu corazón. Ya has empezado a confiar un poco en mi y los muros se están derrumbando.”
-Los muros - “Te aíslan, cierto que te protegen de que te hagan daño, que mantienes mucho miedo encerrado dentro. También te impiden ver lo que es real. Traspasarlos no es derrumbarlos, es más bien como saltarlos, o más simple aún, ignorarlos, para funcionar a pesar de ellos.”
Cuando pasamos por experiencias dolorosas, tratamos de protegernos para no repetir el dolor. Sin embargo, este caparazón, además de protegernos, también nos aísla de los otros. Nos encerramos con nuestros miedos y estos nos impiden ver la vida tal cual es, nos perdemos de las maravillas del mundo, de la vida.

“Vive cada momento de tu vida, pues todos son preciosos y no debes malgastarlos.”

Este es uno de los mandamientos personales para la protagonista del libro, pero nos sirve a todos en general. Vivir el presente, despertar nuestra conciencia para darnos cuenta de todas las maravillas que hay a nuestro alrededor. Darnos la oportunidad de disfrutar aún con las cosas más sencillas de la vida. Valorar lo que tenemos ahora y disfrutarlo.

Seguiremos con la segunda parte, la próxima semana.